Extra

Un ente de energía que siempre vagó por el universo, después de la gran explosión. Recargándose con cada estrella por la que pasaba, con cada pequeña explosión que causaba…
Después de milenios de vagar por el universo  llega a la Tierra debido a que al pasar por el Sol, salió disparado directamente hacia ella.   Específicamente hacía un poblado, donde había un niño que estaba perdiendo la conciencia debido a  que acababa de ser atropellado; y cuyo cuerpo demandaba energía para sobrevivir…
Su corazón había dado su último latido, y los paramédicos hacían lo posible por hacerlo latir de nuevo mientras lo llevaban al hospital
Pasó más de un minuto, y el monitor seguía mostrando una línea continua.   
Y justo cuando estaban declarando la hora de su muerte… ¡BIP!
¡BIP, BIP!

Los paramédicos se asombraron, pensaron que debía ser un milagro.  El niño abrió sus ojos de par en par, sintiéndose aturdido sin saber por qué; y es que su alma ya en las puertas del paraíso de pronto cayó vertiginosamente en su cuerpo, y sentía que lo estaba compartiendo con algo más.  
El niño comenzó a tener una taquicardia, su presión sanguínea subió y sus músculos entraron en tensión.  
Los paramédicos se sorprendieron por el repentino cambio, pero actuaron rápido y le pusieron sedantes.
Su alma mientras tanto, buscaba al intruso que estaba provocando todo aquello; y por fin lo encontró en un rincón del cerebro de su cuerpo.
Era un foco de energía increíblemente grande…

Mientras tanto el cuerpo del niño comenzaba a aumentar su temperatura. Estaba en 39°  y los paramédicos que ya habían llegado al hospital, lo llevaban rápidamente a una tina con hielo. Debían hacer lo posible y más, para evitar que su temperatura se elevara un grado más.  

El inmenso foco de energía estaba muy inquieto. Al parecer los sedantes también le estaban afectando, y lo habían limitado bastante, pero no así lo habían disminuido.  Intentaba moverse con mucho esfuerzo. Como un robot que debe seguir avanzando, aunque haya algo enfrente que le corte el paso.
El alma del niño estaba consciente de que aquel foco de energía era tan grande, que si seguía ahí dentro terminaría reventando ese recipiente increíblemente pequeño a comparación.
Tenía que sacarlo como fuera.   
Comenzó a acercarse a él, no debía perder tiempo.

La temperatura del niño se mantenía en 39° a duras penas. Y los médicos charlaban con los paramédicos sin poder entender como un niño moribundo comenzó a pasar por tales síntomas. Él, un frágil niño de 6 años.
De pronto el niño comenzó a convulsionarse…

Parecía que los sedantes estaban perdiendo su efecto, y el foco de energía comenzaba a tener más libertad. El alma dudó, pero estaba decidida a proteger su frágil contenedor.   Se lanzó sobre el foco de energía  para envolverlo, salir del su cuerpo  y soltarlo lejos. Después regresaría con prontitud a su cuerpo, antes de que la llamaran de nuevo a aquella inmensa puerta
Pero cuando la envolvió  y comenzó salir, las cosas se complicaron.   Sintió como si se quemara, pero había localizado una conexión a la luz y planeaba soltar ahí al intruso. Pero le estaba costando trabajo seguir saliendo del interior de su cráneo.  
Y es que con lo que no contaba era que estaba actuando como un puente hacia la mente consciente e inconsciente del niño; y así como el alma sentía que se quemaba, el intruso comenzaba  a ser tener consciencia de su existencia y a tener recuerdos: los suyos, y los … de él… como humano.  
El alma logró salir  y se apresuró a llegar a la conexión.

Las convulsiones habían cesado de repente, y una vez más el corazón dejó de palpitar. Los médicos se apresuraron a resucitarlo.   Le dieron RCP, mientras llegaba el carro de paro.

El alma sintió que estaba siendo atraída de nuevo a su contenedor. Ya había comenzado a depositar a aquel intruso en la conexión.  Mientras tanto, lo que aún quedaba del intruso, comenzaba a mimetizarse con el alma; era más de la mitad.    
El intruso se aferró todo lo que pudo al alma, ya que ahora que tenía consciencia, sabía que si volvía él solo,  sobrecargaría a su nuevo cuerpo.  Esperó que un poco más de él pudiera irse por aquella conexión.  

Los médicos ya estaban utilizando las paletas de reanimación en el niño. Y de pronto, hubo una sobrecarga eléctrica muy fuerte, en el instante en el que le activaron las paletas sobre el pecho del niño.  Una pequeña onda apareció en el monitor. Los médicos se sintieron aliviados y súbitamente hubo un apagón en el hospital.
Mientras tanto el alma yacía exhausta dentro de la mente inconsciente del niño.  Había sido brutalmente atraída por su cuerpo por segunda vez en el día; pero sabía que solo había logrado deshacerse de la mitad de aquel foco de energía y que éste seguía siendo muy enorme, así que pronto comenzarían aquellos ataques de nuevo; tenía que encontrar de nuevo al intruso y sacarlo.
El alma se dispuso a para buscar al intruso, sintiéndose incompleta sin saber por qué, pero no tardó nada porque el intruso se encontraba justo a su lado… examinado más a fondo los recuerdos de su nueva vida.  

El niño estaba recostado;  aún durmiendo.  Sus padres estaban a un lado esperando que se recobrara.  
Ellos estaban en su casa cuando vieron que una ambulancia había llegado a su calle y se llevaba a un niño. Habían corrido a ver lo que pasaba y se enteraron que un auto había golpeado a su hijo y después se había dado a la fuga.  Subieron de inmediato a su auto y siguieron a la ambulancia.  
Los médicos les habían informado de los súbitos y agresivos síntomas que presentó el niño poco después de que lo habían resucitado la primera vez; y que debido a éstos su cuerpo iba a necesitar bastante tiempo para recuperarse; y que, por el momento él se encontraba estable.  
Los padres se encontraban tensos, esperando verlo abrir sus ojos cafés.
El alma sentía pánico al ver que el intruso estaba rozando ligeramente el tejido cerebral, temía que fuera a inducir su cuerpo en un coma si llegaba a dañarlo.  Se le acercó una vez más con intensión de eliminarlo completamente.  En cuanto tocó al intruso, ambos se quedaron paralizados.  
El alma se sintió completa, y esta vez el intruso no la quemaba… al contrario,  se sentía completa. Fue entonces, que el intruso envió una corriente de energía por todo el cuerpo.
El alma comprendió que el intruso estaba reparando lo que había estado a punto de romper, y que tenía intenciones de mantener ese cuerpo sano.
Supo que haber estado en contacto con el intruso en su intento por deshacerse de él, los había "fusionado" de cierta forma.
El intruso aun tocando al alma, le compartió sus "memorias" de su vagaje por el espacio-tiempo.
Sí… él podía ser útil para su cuerpo.
Por fin despertó; lo último que recordaba era haber corrido hacia la calle para recoger su pelota.
Le dolía mucha su cuerpo, se sentía fatigado y soñoliento; estaba en un cuarto de hospital y parecía que era de noche.  
Volteó a su izquierda y vio a su papá dormido; lo llamó. Su padre despertó y sonrió ampliamente al ver por fin abiertos los enormes ojos cafés de su hijo, incluso creyó ver por un breve instante un destello de luz dentro de ellos.